El Leucadendron es el más grande de la Familia Proteaceae, y uno de los Géneros que adopta mayores transformaciones a lo largo de su desarrollo vegetal. Por este motivo, es más apreciado por los colores de sus hojas que por sus flores.
Leucadendron (Proteoideae, Proteaceae)
El Leucadendron tiene una propagación natural basada en la dispersión de sus semillas a partir de la acción del viento o gracias a la intervención de animales roedores, que pueden trasladar las piñas de sus flores, u hormigas, que trasladan las semillas.
Pero una parte muy importante de su propagación natural la consigue con la regeneración después de un incendio, ya que la mayoría de los Leucadendron tienen unas cápsulas protectoras en torno a sus capullos florales que son resistentes al fuego.
Tras un incendio, el Leucadendron es capaz de abrir esa cápsula protectora y liberar las semillas de sus flores para una nueva regeneración de las plantas sobre el terreno.
Para preservar y regenerar la zona, después de un incendio se organizan cuadrillas de control humana para la regeneración de la vegetación, pues debe pasar un ciclo de unos cinco a siete años para que los Leucadendron generen nuevas semillas y un nuevo incendio impediría su reproducción.
Leucadendron Argenteum
Dentro del Género, la especie tipo que sirvió para su clasificación y definición fue el Leucadendron Argenteum.
La revista botánica ilustrada de la Sociedad Linneana de Londres recoge la primera descripción, realizada por Robert Brown y publicada en 1810.
¿Por qué se caracteriza el Leucadendron Argenteum?
La Familia de las Proteas encuentra en el Género Leucadendron a sus árboles más altos; En este caso, podemos encontrarnos fácilmente con ejemplares de cinco a siete metros de altura, y, de forma excepcional, de más de quince metros.
También son muy llamativos por el color plateado de sus hojas; características por las que recibe el nombre común del Árbol de la Plata.
Por último, no dudes en tocar estas hojas, ya que te quedarás sorprendido por su recubrimiento sedoso.