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¿Cómo preparar la tierra para plantar Proteas?

Leucospermum patersonii Coast Carnival. Capullo floral sin abrir.

Plantar Proteas en nuestro terreno va a requerir un trabajo previo y una planificación que puede llevarnos a trabajar unos meses por adelantado, ¡pero el resultado va a merecer la pena!

Completamos la información sobre cómo cultivar Proteas, centrándonos en la preparación del terreno en el que vamos a plantar una Protea, un Leucospermum, un Leucadendron, u otras plantas de la Familia Proteaceae.

¿Qué suelo necesitan las Proteas?

Estas son las características más importantes a la hora de buscar un tipo de suelo en el que plantar nuestras Proteas.

Plantar las Proteas en suelos blandos

Las Proteas necesitan un suelo blando para enraizar bien y tener un buen desarrollo vegetativo, debido a una característica de su sistema radicular: tiene unas raíces muy débiles.

Cualquier suelo de tipo arcilloso les va a resultar muy duro para extender y hacer crecer sus raíces. Y pese a sus capacidades de adaptación, superar el 50% de arcilla en el suelo conducirá al fracaso en el crecimiento de las primeras plantas.

Plantar las Proteas en suelos con buen drenaje

El terreno puede verse pesado también por la acumulación de agua, tanto a nivel superficial, como en el subsuelo, lo que provocará la pudrición de las raíces en el Leucadendron y en el Leucospermum.

El Género Protea puede ser más tolerante a la presencia de agua acumulada sobre el terreno, pero, con todo, terminará siendo negativa para su desarrollo vegetativo y estará asociada a hongos o enfermedades.

La presencia del Fósforo en el terreno de plantación de las Proteas

Los macronutrientes esenciales para las plantas, aquéllos que deben influir en su crecimiento y floración, y cuya fórmula verás en cualquier abono que compres para tus plantas preferidas, son el Nitrógeno (N), el Fósforo (P) y el Potasio (K).

El punto débil de las Proteas, y una de las explicaciones por las que muchas personas te dirán que las Proteas no necesitan abono, es el Fósforo (P). Sin embargo, las Proteas pese a adaptarse a terrenos con pocos nutrientes, aceptan encontrar en su terreno macronutrientes y micronutrientes adaptados a su naturaleza.

¿Qué cantidad de Fósforo en la tierra es apropiada para la plantación de Proteas?

La cantidad apropiada de Fósforo en el terreno de plantación para el cultivo de las Proteas varía entre la mínima posible (de o a 4 ppm) y la máxima soportada (de 25 a 30 ppm).

Estas cantidades solamente las conocerás si realizas una analítica del terreno, haciendo catas de muestra a lo largo de la extensión dedicada al cultivo de las Proteas.

Pero, como lo nuestro es plantar Proteas como distracción y porque nos encantan, este tipo de estudios se lo dejamos a quienes quieran hacer plantaciones profesionales para la producción.

Así que nos conformamos con saber que toleran cierta presencia de Fósforo en el terreno, y procuramos no aportar más con nuestros abonos y nuestro laboreo en el terreno de plantación o en sus macetas.

¿Cómo verificar la textura del terreno antes de plantar las Proteas?

Un trabajo más sencillo es realizar una primera excavación para verificar la textura del terreno como paso previo a realizar las plantaciones.

De esta forma veremos la calidad de la tierra excavada, la aparición de piedras de diferentes tamaños, la profundidad que podemos alcanzar antes de encontrar cierta resistencia del terreno (se vuelve más compacto, encontramos rocas…).

Y, sobre todo, verificaremos la existencia de tres elementos: arena gruesa, limo y arcilla. Ya que su presencia determinará la capacidad de drenaje del suelo.

De los tres elementos que podemos apreciar a la hora de excavar en el terreno, es muy importante que no exista ni arcilla, ni limos (indicadores de mal drenaje y humedad estancada) o que su presencia sea mínima.

La arena no es preocupante porque es el elemento más importante para ayudar a que un terreno o una maceta tengan un drenaje óptimo y, además, es un elemento que la Protea acepta como apto para su cultivo.

¿Cuáles son los trabajos previos para plantar las Proteas?

Para plantar las Proteas debemos hacer un trabajo de aportación de nutrientes al terreno y verificar el pH. Estos trabajos sobre el terreno pueden realizarse con meses de antelación, para no exponer a las plantas de Proteas y permitir la asimilación y la formación de depósitos de los nutrientes en el subsuelo.

Antes de plantar las Proteas podemos hacer aportaciones de abono orgánico

Podemos usar enmiendas orgánicas o fertilizantes acondicionados e incorporarlos con laboreos tradicionales al terreno de nuestro jardín; es decir, roturando una zona de nuestro jardín, empleando una azada, una pala o cualquier herramienta de jardinería con la que nos encontremos cómodos.

El objetivo es conseguir una zona de tierra excavada y suelta, para permitir el enraizamiento de las Proteas; y en la que los nutrientes se vayan descomponiendo para no afectar al crecimiento de estas plantas. Por ese motivo, debemos hacer este trabajo con dos o tres meses de antelación.

La profundidad es determinante en la plantación de las Proteas

El trabajo de laboreo de la tierra y la verificación de su textura nos va a llevar a trabajar en profundidades cercanas a un metro, ya que es una medida óptima para garantizar un buen drenaje.

Con este tipo de trabajo estamos garantizando la presencia de tierra batida y con presencia de diferentes capas y texturas, que son lo más apropiado para la filtración del agua, la formación de depósitos para los nutrientes y la aireación de las raíces para mejorar la asimilación de estos nutrientes y crecer en hermosos arbustos.

Podemos mejorar el terreno de plantación de las Proteas con mantillos vegetales

La plantación de las Proteas se puede completar con la aportación de coberturas vegetales, con mulch, cortezas de pino, etc.

Representan un importante beneficio para la plantación, pues previene contra la aparición de malas hierbas, protege la parte superficial del terreno del sol y de la deshidratación de la tierra, facilita la aireación de la tierra (frente al uso de piedras decorativas o mallas antihierbas)

La descomposición de estos mantillos representa un factor de abonado natural muy fácilmente asimilable por las raíces de las Proteas.